Washington, D.C. — El expresidente Donald Trump, en el marco de su renovada estrategia económica, anunció este jueves el incremento de aranceles a una serie de productos importados desde Kenia, una nación africana con la que Estados Unidos ha mantenido relaciones comerciales crecientes en los últimos años.
La medida, que afecta principalmente a textiles, productos agrícolas y flores cortadas —uno de los principales rubros de exportación keniano—, busca, según Trump, “proteger a los trabajadores estadounidenses de prácticas comerciales desleales y recuperar empleos perdidos”.
Aunque no presentó pruebas de competencia desleal por parte de Kenia, el expresidente argumentó que “América no debe depender de ningún país extranjero para productos que podemos producir en casa”.
La decisión ha generado reacciones mixtas. Algunos sectores industriales estadounidenses han aplaudido la medida, mientras que economistas y diplomáticos advierten que podría perjudicar tanto a consumidores como a las relaciones bilaterales. Kenia, por su parte, expresó su “profunda preocupación” y estudia responder con medidas similares.
Este movimiento también podría tensar el Acuerdo de Libre Comercio que ambos países comenzaron a negociar en 2020, el cual pretendía convertir a Kenia en una puerta de entrada comercial hacia África Oriental.
Expertos en comercio internacional consideran que estas decisiones unilaterales podrían aislar aún más a EE. UU. de sus socios globales, especialmente en regiones donde China ha incrementado su influencia económica.
El Departamento de Estado aún no ha emitido una declaración oficial sobre las implicaciones diplomáticas de esta medida.
